Andrés, mi mellizo...

Nacimos juntos, pero de forma separada. Crecimos comparados, compitiendo de forma directa e indirecta, enseñándonos cosas hasta en estas instancias, mi hermano, mi otra mitad.

Es raro sentirme triste, tener tantos deseos de llorar sin hacer que tú te sientas mal...

Por primera vez en mucho, realmente en mucho tiempo que no me sentía tan cercano a ti, la sensación de percibir y asimilar tus miedos, no me dejó bien. Durante este día, estuve destruído y soltando lágrimas a ratos. Sólo quiero que las cosas resulten como deben de ser, con los incondicionales a nuestro lado, en el cerro o en la casa y sobre todo cuando vayas a tu primer día en la U.

Yo no puedo vivir sin mi cómplice de aventuras, el compañero de vida, con quien he peleado, vivido un sin fin de situaciones, y aun asi, seguimos juntos.

Recupérate pronto, que a ti no te quiero como el invitado silente en mi habitación, ni como el mueble de tu cuento.