
Me gusta que comienza la primavera. Es genial caminar por la ciclovía en Pocuro, andar en bici y sentir como cae esa nieve blanca y rosada; el ciruelo en flor es casi mágico, como que me anima a dar una vuelta con mi papá y conversar de todo y nada. Algo así resultó este fin de semana, cuando me dijo su frase célebre, señalando que por el momento todo se encuentra más que bien.
Está linda la tarde, es algo que mi viejito dice cuando se siente de maravilla, porque sabe que sus dos hijos han crecido, que hacen su vida de a poco sin perder el encanto de la familia, el sentido del humor ni el buen apetito.
*Mañana es preciso un minuto de silencio por mis dos muelas de abajo; mañana serán desprendidas a la fuerza y pretendo recordarlas como se debe.
5 comments:
oh :)
Las muelas merecen un helado gigante, ya sabes, qué minuto de silencio jajaja.
Todavía no me convence lo de la nieve de color, qué mala que soy :)
Te extraño, mierda.
Deberías ponerlas bajo la almohada, sabís que siempre resulta algo entrete de todo eso jajajajajajaja.
No sé, a mi me gusta la primavera porque, en teoría, la gente anda menos densa y porque la vida te dice algo así como "güeón, deja de estudiar un rato y sal".
:) Nos vemos luego, compañero (jajajajaja, me carga eso :P )
A mi la primavera me llegó antes, literalmente, como que casi no tuve invierno, o el que tuve fue a principios del otoño, cuando al sol aún era generoso.
Lo de las muelas es raro, yo nunca me las tuve que sacar.
Me encanta tu mirada de la vida, de lo cotidiano. Y bueno para esas muelas que se despiden un buen Frozen como fin de temporada.
Un abrazo Cristóbal y lo mejor para ti y tu familia.
Maya
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