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Hoy es mi segunda mayoría de edad, debería ser realmente un evento, pero otras circunstancias lo han tornado como una forma de celebración particularmente diferente.

Estoy contento, porque al menos he recibido saludos de mis incondicionales. Este año número veintiuno de vida, he conocido a grandes y estupendas personas que ya son parte esencial de mi "vida cotidiana de todos los días". Agradezco también al mundo Blogger, porque es una relación completamente recíproca.

A pesar de no tener una gran fiesta, los modos de manifestar el cariño y festejar han sido variados. Ayer le tocó a la familia Hurtado celebrar a los mellizos, sin mi papá por su delicado estado de salud, con un libro genial de Michel Fucault que me dio mi hermana Quela. En la noche partimos a Barrio Bellavista con toda la bohemia presente junto al Merca, pero en realidad no quiero volver al sitio donde fuimos; estuvimos llenos de borrachitos insistentes y molestosos, uno que otro renegado social y solamente cerveza. Sí hubo buenos detalles, como la señora que vendía chicles extra fuertes o el chico que nos atendió y defendió constantemente de los posibles agresores.

La salida culminó luego de estar un buen rato sentados en Patio Bellavista, tomando un helado de una mezcla hecha en base a avellanas y chocolate(no puedo recordar el nombre), con un segundo sabor de limón jengibre, una caminata por Avda. Salvador y una talla interna en el rincón de una casa, un árbol y un posible sitio para orinar, pero lamentablemente iluminado con sensores de movimiento. No comentaré más del asunto pero claramente es para la risa.

En fin, un año más. Para hacer de todo, seguir cicleteando, escribir, pensar, crecer y ser Cristóbal.


* Feliz Cumple a mi Hermano, Andrés. *Esta entrada aún no termina.