Ayer estuvo particularmente tranquilo. Compartí con la familia y además tuve que cocinar. Al rico brazo de reina, con manjar dentro de un bizcocho más que suave y esponjoso. Se sintió raro, finalmente tomé el tiempo para recostarme en el pasto un rato y mirar las hojas de un árbol enorme, percibir los cambios de luz y color con el constante movimiento del follaje por el viento.Las cosas cambian de forma tan apresurada que uno no siempre tiene la chance de admirar, todo se pierde fácilmente. Me gustó esa sensación de normalidad y de lo cotidiano.
2 comments:
¿Y dónde fue eso? porque me suena muy bien para ser diciembre, fin de año y período de exámenes.
Lo cotidiano hace tan bien a veces.
Nos vemos :)
dios, que rico
que vivas en un sitio donde hay pasto, eso en mi ciudad es un lujo, todo es concreto o asfalto
y que puedas echarte a ver un arbol, el follaje, los cambios a medida que baja el sol, a largoplazo,sueño con vivir en un sitio asi, tranquilo, sin carros, sin humo, sin colas, en fin
y ademas cocinas
mas fino
disfruta esa sensacion de normalidad y ojala que se repita
un abrazo gorila
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