Rescate 5.0
El freno de emergencia fue activado en el penúltimo vagón. Al parecer un oso de peluche cayó en el andén y todos querían tratar de impedir el trágico desenlace. Más de dos horas estuvieron los bomberos, auxiliares de metro y valerosos voluntarios que acudieron en la ayuda del pobre oso de orejas redondas, relleno de algodón y con un parche a cuadros en la panza. Los otros pasajeros y demás personas se amontonaron entre el andén y las escaleras, expectantes a que las buenas intenciones del rescate surtieran efecto. Una vez en brazos de su joven dueña, el metro de Santiago paralizó sus viajes restantes ese día, le dieron una Bip honorífica al rescatado y se decretó además que todos los osos como él tenían preferencia para usar los asientos reservados para minusválidos.*Imagen obtenida desde este sitio
4 comments:
Sabís que me gustó harto el final, un poco mamón quizás, pero bien bien, en verdad me agradó y sacóme una sonrisa.
Nos vemos por ahi, cuidate :)
buenos cuentos, me gustan ene, sobre todo el del ratoncito y la carta a un hermano, ese es fuerte pero profundo!
Genial como siempre Cristobal!!!
Maya
el otro dia escuchè que un oso se habìa tirado al metro :(
el definitivamente no recibiò su bip honorìfica
saludos!
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