Solid Ground

Hace mucho que no me reivindico con este espacio que me ha servido a modo de expresión, desahogo y estilo de vida.

Las cosas nunca parecieron ser fáciles y lo cierto es que hasta siento un poco de miedo al escribir lo que pienso, lo que se me ocurre de manera repentina y hace que mi piel se erice y me recuerde lo humano y sensible que soy en el interior. No quiero pretender que todo vuelva a ser como era, porque entiendo que muchos cambios pueden ser geniales y los retos se enfrentan avanzando, sin olvidar por lo que has pasado. Podría decir que echo de menos un sin número de detalles, situaciones que rara vez podrán repetirse, como las juntaciones con Javo de antaño y que al menos una vez por semana me sentaba frente al computador a relatar nuestras andanzas, con títulos de canciones que me hacían pensar en todo y nada, ideas de bicicleta y sensaciones que me encantaba compartir con quien se sintiera dispuesto a leer nada más, daba igual si lo entendían o no...

El tiempo puede causar estragos en mi mente, pero planeo cambiar esa situación y vivir como me he planteado hacerlo. ¿Qué mejor? Ser feliz puede ser complicado, pero claramente implica un anhelo por el que se puede trabajar y obtener frutos. Entonces, a cicletear y plasmar ideas con o sin sentido, detalles coloridos y nostálgicos que sí valen la pena.

Pisando tierra sólida, pero aún soñando.